Florentino recogió el mando de manos de Vicente Boluda, quien se hizo cargo de la presidencia tras la dimisión de Calderón: "Como hombre de mar te entrego un club que navega a favor de los vientos [...] En esta hora que no debe ser el final de nada sino el principio de todo, te deseo la mejor de las suertes", se despidió el presidente saliente.
"Es un honor y una gran responsabilidad dirigir la institución deportiva más importante del mundo. Sabemos a lo que venimos y lo que esperan los socios de nosotros. Debemos recuperar cuanto antes los sueños, la estabilidad y el terreno perdido. Hay que dejar el terreno de las dudas", aseguró Pérez en su primer discurso oficial como presidente.
"Llegamos con toda la humildad y siendo conscientes de que tendremos que superar grandes obstáculos [...]. Debemos devolver al club al sitio que le corresponde apostando por el talento y cuidando al máximo los detalles", argumentó Florentino, que en su primera etapa (2000-2006) consiguió reflotar la economía del club.
Pérez logró proclamarse nuevo presidente sin tener que acudir a las elecciones, ya que protagonizó la única candidatura oficial. En el acto de toma de posesión, el empresario no quiso desvelar ninguno de los futuros fichajes, pese a que el Villarreal ya confirmó que el chileno Manuel Pellegrini dejará el club y será el nuevo preparador blanco.
"El Real Madrid debe ser una institución de comportamientos impecables. Eso le ha hecho grande. El Real Madrid no debe olvidar de dónde procede y tener muy claro a dónde va. Nosotros sabemos cómo afrontar este nuevo desafío de transformación y modernización que el club necesita", añadió, deseando que el club sea "líder en lo deportivo, lo económico, lo social" y también en el respeto.
Con la intención de recuperar la grandeza del pasado y que el Real Madrid sea elegido "mejor club del siglo XXI", Florentino Pérez evocó "el modelo que impusieron algunos hombres inolvidables como Santiago Bernabéu o Alfredo di Stéfano (a quien él mismo nombró presidente de honor en 2000)".
Y recalcó la necesidad de recuperar los "valores de la entrega, el talento, el sacrificio, el juego limpio y la ética en cada gesto". "Hemos vivido un tiempo de confusión, pero hoy también quiero aprovechar este acto para recordar que a lo largo de nuestra historia hemos llegado más lejos cuando más unidos hemos estado".
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